La salud psicológica en esencia radica en la persona
amada, aceptada y respetada.
Cada día en medio del torbellino, se hace imperante la salud y cuidado de nuestra salud emocional. De igual manera como cuidamos nuestro cuerpo, a través del ejercicio, de la comida saludable, y otras actividades, así mismo debemos dedicar un espacio del día para alimentar nuestro corazón y nuestra mente.
Soltar, expresar, sanar heridas que surgen de las experiencias y/o decisiones en nuestro andar como seres humanos, es responsabilidad de cada uno, y en ocasiones es necesario que vaya acompañada de un profesional de la salud mental.
La salud emocional afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando nos enfrentamos la vida.
Ser emocionalmente saludable no significa que sea feliz todo el tiempo, sino que la persona es consciente de sus emociones y es capaz de reconocer cuando un problema es más de lo que pueden manejar solos y buscar ayuda.
“Educación emocional y acompañamiento psicológico desde la infancia hasta la adultez”
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